3 SONETOS
Por Luis Mendoza Bolio
Psiquiatra postgraduado en el Hospital
Psiq. Cmdte. Bernabé Ordaz de La Habana,
Cuba. Poeta y narrador.
Por qué no vamos a ordenarlo todo.
Busquemos a las cosas su acomodo.
El orden, Sancho, el orden de un soneto.
Osvaldo Navarro
EN EL CONCIERTO
En el concierto de mi desconcierto,
amo la hormiga que en el agua flota,
la tabla en la corriente, sola y rota,
y el animal que mora en el desierto.
Por cada escena de final incierto,
hay quien saca del alma una gaviota,
una mujer que burla la picota
o un polizón que se fugó del puerto.
Se lucha con valor ante el escollo,
en el lapso que ofrece la florida
trama, telón, y ríspida salida.
En el asunto de existir, el meollo,
no es esquivar a la trapera herida
sino aferrarse al sueño de la vida.
¿POR QUÉ EXTRAÑA RAZÓN?
¿Por qué extraña razón un elemento
intenta desafiante dejar huella?
¿En qué lógica oscura una epopeya
declara vencedor al sentimiento?
Altiva en cambalache truculento
permanece la flor, y sin querella
famélicas y tristes las doncellas
expresan al amor su descontento.
Rasgue el amanecer, hondo silencio,
mascarada ya en goces fenecida,
el último boleto de la vida.
Y las viejas palabras que sentencio,
con despliegue teatral de despedida,
atemperen la mano del suicida.
MASCARADA
A Siré
La vida es frenesí de mascarada,
juego de espejos, cíclica comedia,
que entrelaza sin gracia la tragedia
mostrándonos el rostro de la nada.
Nadie se sienta más en la jugada,
y nadie menos. Esto no remedia,
la fallida ecuación que no promedia
con equidad la vida bienhadada.
Si cada lance es acometida
de placer y dolor, que en la partida
todo mundo reciba su tajada.
Reine la risa, lave toda herida;
a cada día cantemos bienvenida
¡El triunfo del amor en la asonada!