A RAMÓN MARTÍNEZ OCARANZA
Marco Antonio Herrera Guido
Tu, que recorriste las calles de lo nunca dicho
que huiste de las palabras bellas y las metáforas huecas.
Tú, que con candados de odio en la garganta
interrogaste a todos los oráculos
y entraste por las puertas del delirio para ver el reverso de la vida.
Tú, que no soportaste la injusticia y luchaste por los hombres
a pesar de la enfermedad y los alacranes de la estupidez.
Tú, que inventaste laberintos y utopías
y aniquilaste la realidad al presentir relojes, abismos y caos.
Te has ido cargado de orgullo
sobre tus monstruos, culebras amarillas
sueños y pesadillas, ternura y coraje
galopándote en las venas.