6 diciembre, 2023

Leopoldo González: El Nuevo León del novelón

Hay dos palabras muy mexicanas que describen, con todo rigor, el aquelarre que armó en su Nuevo León mental el jovencito Samuel García: desgarriate y margallate.

Por ambición de poder, el pobrecito de Samuel perdió el sentido de la realidad y la conciencia de sus alcances, al grado de meter a su propia entidad en una de las crisis políticas regionales más graves y escandalosas de la historia reciente.

Desde luego, el que lo encaminó a semejante aventura desde el primer cuadro del Centro Histórico de la CD.MX es el primer gran derrotado de este affaire político, porque el señuelo de hacer de este muchachito cuña de la elección presidencial de 2024, nomás no le resultó.

Lo que ocurrió el fin de semana pasado con el “novelón” del viejo Nuevo León”, es aviso y síntoma de todo lo que se está poniendo y se pondrá en juego desde el poder, para impedir un cambio de rumbo en el México de nuestras desgracias.

Así se tengan que usar carretadas de dinero del presupuesto público para imponer a una candidata y sus rémoras, se hará, incluso si se tiene que violar la ley y atropellar principios que sólo se invocan de dientes para afuera.

Comprar montones de encuestas, echar la casa por la ventana en el uso intensivo de la propaganda, pagar activistas con recursos públicos, incrementar las pensiones del Bienestar, subir salarios, desanimar a electores sospechosos de simpatizar con Xóchitl Gálvez, cooptar y maicear opositores y líderes de opinión, etcétera, podrían ser ramales tácticos de una operación de Estado para imponer la continuidad de lo mismo.

La oposición agrupada en el Frente Amplio por México (FAM), que ahora funciona entre el pasmo, la modorra y la falta de visión estratégica, no parece trabajar con mirada fina ni con la entrega que se ocupa para desvanecer el peligro que se cierne sobre el país.

Las simpatías que ha dejado el bisoño Samuel García en el camino, no se trasladarán de modo automático al precandidato de relevo en MC, en gran medida por la crisis marca escándalo que produjo la farsa neoleonesa, pero también porque ni MC ni el esquirol de Dante Delgado se identifican con los intereses de las clases medias, las mujeres y los jóvenes.

El vacío que deja Samuelito y la frivolidad naranja, en términos de matemática electoral, es un vacío que tendrá que ser llenado por alguien: ese alguien puede ser Xóchitl Gálvez y el Frente Amplio por México.

No obstante, el reto persiste y no es poca cosa: forjar la imagen de una candidata de los ciudadanos, de las mujeres y los jóvenes, distinta a la candidata de las redes clientelares, es una opción de marketing que el FAM no ha explorado de forma inteligente y eficaz.

El mexicanísimo nombre de Xóchitl y la mismísima figura de Xóchitl, con todo y su huipil y su huanengo, su calzado artesanal y sus huaraches otomíes, es ya un producto en términos de lo que es un mercado electoral. Su gran debilidad es que es un producto sin marketing, desprovisto de estrategia para adueñarse de la percepción de masas. De aquí que su equipo esté imperiosamente llamado a dos cosas: a fabricar un personaje de marketing y a hacer de ese personaje un símbolo de consumo popular.

En materia de comunicación, una campaña debe conectar un 30 por ciento con los sentimientos de los electores, un 50 o más por ciento con sus emociones y el resto con la estructura racional de las personas.

Si la política es la continuación de la guerra por otros medios, según la han definido Maquiavelo y otros, hay que diagnosticar los riesgos que corre el país con el actual estado de cosas, pero no basta: hay que pintar en el discurso los beneficios y generar la percepción de que es mejor optar por el cambio. Decir que en 2024 se decide en México entre democracia y autoritarismo, o que la disyuntiva es libertades o dictadura, es una verdad de a kilo que puede ser ofertada como pan caliente en el piso social.

Si Xóchitl Gálvez quiere y desea ser, en 2024, símbolo de un despertar ciudadano y artífice de un momento de gloria nacional, necesita hacer muchas cosas de un modo distinto antes de que sea tarde.

En todo el mundo mundial de hoy, no hay una sola campaña exitosa que pueda prescindir del poderoso mensaje y la capacidad de sensibilización de las redes sociales. Pero no basta pensar ingenuamente en una Coordinación Nacional de Redes Sociales, cuando ese gran cerebro necesita terminales nerviosas que reproduzcan contenidos en el espacio regional y local.

Las batallas y las guerras no sólo lo son porque existen dos adversarios o enemigos bélicamente enfrentados, sino porque se libran en cada centímetro y milímetro de un territorio determinado. Dicho de otro modo: las batallas y las guerras son primero psicológicas; después, todo lo que se quiera que sean.  

Según algunos estudios, las motivaciones latentes del voto por la continuidad, llevan un ingrediente del 92 por ciento compuesto por una intención clientelar y asistencial. En realidad, no es un porcentaje alto ni invencible, si se piensa en los 78 millones de electores que prefieren el cambio. Ubicar a esos electores y convencerlos es trabajo de campo y de gabinete, que redundaría en un logro verdaderamente estratégico para el país.


Pisapapeles

Lo que hoy se juega en México no es el bolsillo, la cartera ni la chequera particular de nadie: lo que hoy se juega en México es la esencia de Estado y de República que aún nos queda.

leglezquin@yahoo.com

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