Ricardo Monreal no se va de MORENA, se queda a forjar una dictadura populista
Redacción
Finalmente, después de pensarlo muchas veces y de pactar posiciones de poder con López Obrador, Ricardo Monreal recula y decide no abandonar el proyecto político de AMLO, del que será integrante con plenos poderes y un militante distinguido en estado de reserva.
Después del fraude operado en su contra para hacer candidata de Morena al gobierno de la CD.MX a Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal había anunciado su salida de MORENA, en abierto rechazo a las decisiones unipersonales de López Obrador y para no convalidar en su partido las mismas prácticas que AMLO condena en los demás partidos.
Sin embargo, bastó una larga plática con el dirigente-dueño de MORENA, en la Ciudad de México, en la que López Obrador habría ofrecido al zacatecano posiciones de poder, chambas para su gente, influencia y encumbramiento político, para que Ricardo Monreal Ávila rectificara su decisión de irse de MORENA.
Esta negociación tras bambalinas entre ambos dirigentes populistas, deja en claro dos cosas: por un lado, que la definición de candidaturas en MORENA sigue dependiendo del capricho, el dedazo y el autoritarismo de López Obrador y, por otro, que Ricardo Monreal decidió quedarse en MORENA para asegurar una ración de cuotas de poder a su gente y contribuir a forjar el ascenso de una dictadura populista en México.
Si nuestro país, en 2018, vota informada y razonadamente, seguramente se ahorrará el ingresar a las desgracias populistas que ya padece parte de Latinoamérica. Si lo que se impone es el voto del rencor, visceral, poco juicioso y desinformado de la mayoría, entonces México debe prepararse para un salto al vacío y para una travesía de riesgo histórico como la que ya viven EE.UU, Venezuela, Honduras, Bolivia, Nicaragüa, Ecuador y Cuba.