30 julio, 2016

Un poema de Pablo Neruda: Leopoldo González

Un poema de Pablo Neruda

Por Leopoldo González

Un poema de Pablo Neruda (1904-1973), sumamente desconocido por el público hasta hace algunos Pablo_Neruda_LetraFrancaaños, escrito en la línea y preceptiva estética del “escritor comprometido” y que no aparece publicado en ninguno de sus libros, es el que tituló “A Siqueiros, al partir”, impreso en 1961 en un cartel del Comité de Defensa de los Presos Políticos, que entonces dirigía Filomeno Mata hijo.

Durante muchos años, ese poema a David Alfaro Siqueiros (1896-1974) fue solamente conocido por algunos comunistas mexicanos y por los presos políticos de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, debido al reducido tiraje que había hecho (parte con medio marco en azul y parte con medio marco en naranja, dándole contornos a la imagen tomada por Héctor García a David Alfaro Siqueiros tras los fríos barrotes de Lecumberri) el Comité de Defensa de los Presos Políticos, en torno al cual se agrupaban médicos, ferrocarrileros, electricistas, profesores, obreros y militantes del entonces proscrito Partido Comunista Mexicano (PCM).

Un día de la década de los noventa, en un atardecer de luz que presagiaba tiempo nublado, el afiche con la fotografía de Siqueiros en blanco y negro y el legendario poema de Neruda llegó a mi mesa de trabajo, reviviendo en el acto historias de horror del viejo sistema autoritario y una remembranza del vínculo emocional profundo que el poeta siempre sintió hacia México.

Cantor de la materia en su “materialidad primordial”, del amor erótico vuelto himno carnal en los vuelos del deseo, del mar en el rítmico son de sus potentes oleajes y de la tragedia de varios pueblos del mundo, Pablo Neruda concibió a México como manantial de amor terrestre y núcleo de su órbita verbal, por lo que dedicó a su geografía, a su historia, a sus costas y a su gente muchas páginas de una escritura de singular acento emocional que no tiene parangón en la literatura de viajes que se ha escrito sobre nuestro país. La revolución de descargas eléctricas que era en sí mismo David Alfaro Siqueiros –una vez más en su condición de preso político- fue uno de los motivos de inspiración para la tinta indomable y fresca de Pablo Neruda, que en cunclillas, casi a filo de banqueta, escribió el poema en tres estrofas de versos libres (de cuatro, de dos y de tres versos) compuestos en endecasílabos, para dar testimonio de su solidaridad a un artista plástico encarcelado, cuya obra era antorcha de fuego incandescente que iluminaba la noche de México.

El artista había sido recluido en el Palacio Negro de Lecumberri luego de una feroz persecución en automóvil por calles céntricas de la ciudad de México, el 9 de agosto de 1960, acusado del delito de “disolución social” (coartada normativa del viejo Código Penal del Distrito Federal, que en los hechos era usada para inhibir y castigar cualquier forma de disidencia frente al sistema), debido a que Siqueiros era presidente del Comité de Presos Políticos y de Defensa de las Libertades Democráticas y su activismo se había vuelto una peligrosa amenaza para el desierto de la uniformidad que sustentaba al Ogro Corporativo. De la prisión no saldría Siqueiros (el preso No. 46 788) sino hasta el 13 de julio de 1964; pero Neruda, que lo visitó el 9 de enero de 1961 y ardió en indignación al conocer las oprobiosas condiciones de su reclusión, decidió poner su canto luminoso al servicio de su libertad, que después fue impreso en el afiche que forma parte del acervo bibliográfico de la Sala de Arte Público Siqueiros, en el Distrito Federal:

A SIQUEIROS, AL PARTIR

     Aquí te dejo, con la luz de enero,
El corazón de Cuba libertada
Y, Siqueiros, no olvides que te espero
En mi patria volcánica y nevada.

 

     He visto tu pintura encarcelada
Que es como encarcelar la llamarada.

 

     Y me duele al partir el DESAFUERO!
Tu pintura es la patria bienamada,

     MÉXICO ESTÁ CONTIGO PRISIONERO.

 

PABLO NERUDA
México, D. F. 9 de enero de 1961

 

Siqueiros_LetraFrancaEl afiche con el poema, que en aquellos años circuló en edición restringida entre algunos universitarios, en ciertos círculos de izquierda y en los gremios sindicales más aguerridos de la época, contiene un “Colofón” escrito por David Alfaro Siqueiros desde la prisión, que dice: “Hago extensivo lo que significa el bello y solidario homenaje de Pablo Neruda, a mis compañeros Demetrio Vallejo, Gilberto Rojo Robles, Filomeno Mata, Dionisio Encina, J. Encarnación Pérez, Valentín Campa, Alberto Lumbreras y demás camaradas encarcelados por la misma represión política. DAVID ALFARO SIQUEIROS”.

Desde el año 1961, cuando se conoce su primera versión impresa, el poema permaneció en penumbras muchos años, hasta que dos sucesos detonaron su relectura y la búsqueda de los materiales sueltos e inéditos de Pablo Neruda: uno, el otorgamiento del Premio Nobel de Literatura al poeta chileno en 1971, y dos, la muerte de David Alfaro Siqueiros el 6 de Enero de 1974. Los premios y las muertes de esa década no sólo dejaron grandes enseñanzas a la época contemporánea, sino vacíos que siguen sin llenarse y una conciencia interrogante que aún divaga en los ríos del desconsuelo.

Pese a la paciente labor iniciada por Matilde Urrutia, y luego, a partir de 1986, continuada por la Fundación Pablo Neruda en Chile, en busca de reunir, clasificar y catalogar los materiales dispersos y el conjunto de la obra inédita del poeta, el poema que referimos “A Siqueiros, al partir”, no aparece en ninguno de los libros de Pablo Neruda publicados desde 1961.

En abril de 2015, de paso por Madrid, a donde acudí a presentar mi libro Hora temprana, me topé con la más reciente obra póstuma de Pablo Neruda: Tus pies toco en la sombra y otros poemas inéditos, anunciado por la propia editorial como “un acontecimiento de importancia universal”; sin embargo, pese a lo inédito y al carácter poco conocido de la obra en él publicada, el poema dedicado a David Alfaro Siqueiros no ha aparecido y sigue sin aparecer en la obra póstuma del escritor chileno. En fin.

No deja de ser extraño que un poema como este, tan representativo del aliento social y de la noción de “escritor comprometido” que marcan la obra de un poeta tan importante como Pablo Neruda, no figure en la obra que el poeta publicó en vida, ni en la obra póstuma ni en los registros catalográficos de la Fundación Pablo Neruda en Chile.

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