5th

julio
5 julio, 2023

Diego José Subercaseaux Ugarte: La Entrañable Poesía, y las Creaciones y Conocimientos Humanos

 

La Entrañable Poesía, y las Creaciones y Conocimientos Humanos

Diego José Subercaseaux Ugarte

 

El concepto de creación es sumamente amplio; implica y abarca todo lo que nace, lo que aparece, lo que resulta, o emerge. Y ahí se enmarca la poesía, floreciente entre las creaciones humanas, inevitable, en tanto seres lenguajeantes y creativos. Lo poético, al menos en sentido profundo, es tocar el misterio, el nervio, y resultar tocado por ello. La poesía es también ceniza. 

Poiesis ha sido un concepto y un término que ha servido para construir puentes entre diferentes campos del conocimiento humano. Destaca el concepto de “autopoiesis”, planteado por los biólogos y epistemólogos chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela (Maturana, H. y F. Varela. “De Máquinas y Seres Vivos. Una Teoría de la Organización Biológica”. Editorial Universitaria, Santiago, Chile. 1972), el cual propone una explicación del fenómeno de la vida y como se organizan lo sistemas vivos, y ha sido de alta influencia no solo en la biología, sino también en variadas áreas, como la ciencia cognitiva, sociología, psicología, epistemología, entre otras. Justamente, en línea con la circularidad que está en el centro conceptual de la autopoiesis, podemos recordar a Octavio Paz según quien lo poético no está fuera, en el poema, ni dentro, en nosotros, sino algo que hacemos y nos hace (Paz, O. El Arco y la Lira, México, F.C.E. 1979); se reconoce el carácter recursivo de lo poético y de la creación poética. Así también con la idea, crucial ante las grandes encrucijadas del colapsante mundo-sociedad actual, de que la naturaleza y la cultura forman un todo.  

 Diferentes autores han propuesto puentes y también contrastes entre poesía y ciencia. Actualmente existen acercamientos entre ambas, más precisamente entre ciencias no convencionales, y el arte y la poesía. Así, existen campos científicos, líneas de investigación, y aproximaciones epistemológicas y metodológicas, que no mutilan peculiaridades ni generan comunidades epistémicas cerradas, exclusivas ni excluyentes, sino que por el contrario buscan percibir, abordar y valorar lo peculiar, lo singular, lo local. Podríamos mencionar, por ejemplo, la investigación situada, las aproximaciones y metodologías colaborativas y participativas, la Teoría fundamentada, la epistemología del Sur, entre otras. Similarmente, tal como en la poesía; en la ciencia no convencional se ha venido desafiando el principio de la no contradicción, en particular con el llamado principio del tercero incluido, la dialéctica en el marco del pensamiento complejo de Edgar Morin, la epistemología de la transdisciplinariedad y otras de las llamadas epistemologías de vanguardia.  

La poesía es conocimiento, es creación o construcción de conocimiento. Rosario Herrera Guido, psicoanalista, filósofa y escritora mexicana, ha reflexionado que “al colarse la poesía por las fisuras del pensamiento racional discursivo se disputa la verdad” (Herrera, R. “Día Mundial de la Poesía”, “Contrapeso”. 2023), ¿y si más que plantearlo en términos de “disputa”, miramos hacia la noción de articulación y complemento? De esa manera nos alineamos y adentramos con profundidad y potencia en desafiar al principio de no contradicción, y asumimos con fuerza el crucial desafío de vincular, relacionar, articular, visualizar coexistencias y posibles mosaicos, construir puentes, en este caso mediante la palabra poética.  

En la poesía, en los actos y creaciones poéticas, propiamente poéticas, se rompe la noción del      tiempo que inunda la realidad cotidiana de nuestra época. No es el tiempo propiamente tal, sino que son momentos. Se desvanece la linealidad del tiempo, de aquella visión del tiempo imperante en las culturas modernas, con la majadera insistencia de medir y medir y de ver y considerar al mundo, y así en gran parte a nuestra existencia toda, como algo mecánico, con la metáfora del reloj.

   

Gota a gota 

se surcan, como la montaña, 

las formas terrenales, 

y de momentos y lugares 

se tejen,  

las historias que nos hacen 

 

No es posible 

medir una vida en tiempo. 

¿Cuánto en mi 

desde aquello 

ha transcurrido? 

Los ladrillos 

son más bien  

momentos en historias, 

y la memoria nos enrostra  

la utopía del olvido.

(Fragmento del poema “Momentos y Lugares”, en el libro “Travesías y Pasiones de Ayer y Mañana”, Subercaseaux, D. Editorial Jitanjáfora, Morelia, México. 2019).

 

La provisionalidad de los caminos, valores y fines es un atributo inherente a toda creación artística y poética, e incluso a toda creación en cualquier campo del conocimiento humano. Tales obras y logros pueden alzarse y considerarse como definitivos solo en el marco del momento, y ocasionalmente de la época. 

Rosario Herrera Guido ha planteado que “La poesía pretende alumbrar el mundo antes que comprenderlo y explicarlo” y “la poesía es revelación” (Herrera, R. “Día Mundial de la Poesía”, artículo publicado en medio digital “Contrapeso”. 2023).

Parte de la tarea de todo quehacer humano vinculado a procesos indagatorios y creativos es hacer aparecer, desocultar, un cierto mundo o posible mundo, o una visión, y para eso es crucial conectar la esencia con la forma, superficie y centro, en definitiva, desocultar el espíritu, cuestión, tarea y llamado al cual muchas veces los poetas han acudido. Jean-Luc Nancy, el filósofo francés, ha reflexionado que los poetas han acogido mejor que los filósofos el llamado a la presencia ante las grandes preguntas, y cita a Descartes (“un filósofo que no parece en ningún caso poeta”, dice el referido filósofo): “¡Hay en nosotros semillas de verdad, los filósofos las sacan por la razón, los poetas las arrancan por la imaginación, y entonces lucen con una luminosidad mas fuerte aún!” (Nancy, J. “El Misterio del Hombre”, entrevista en el programa televisivo “Una Belleza Nueva”. 2007).

Mientras la filosofía y la ciencia tienden a remitirse rígidamente a pensar y reflexionar, la poesía siente, canta y proclama, y toca. Cabe destacar el rol, al menos potencial, de la poesía ante procesos y eventos históricos; cabria aquí mencionar a tantos y tantas que desde su quehacer como creadores del arte y la palabra poética se han involucrado en los problemas y luchas sociales de sus ápocas, por ejemplo, en nuestra América Latina. Es valioso que la poesía, o al menos parte de ella, se haga un acto comunicativo, de transmisión, de unión o conexión colectiva. Así y solo así, adquiere valor para enfrentar las luchas de la vida y los desafíos de la vida en sociedad. La poesía no debe orientarse a ser simple y mero ornamento.  

El poeta debe rebelarse ante la realidad merodeante, triste y opaca, cargada de miseria. Traigo a colación aquella notable poesía de Baudelaire titulada “Embriáguense”, un poema cargadísimo de belleza y de potencial conceptual y existencial, el cual aborda justamente un tema clave: cómo lidiar con la enorme tosquedad de este mundo-sociedad, y manejar nuestro recorrido y existencia aquí. Dicho poema es una invitación a vivir de manera radicalmente diferente a lo usual: hacerlo con las emociones potenciadas y las excitaciones asociadas “a flor de piel”, embriagados de poesía o de virtud. Edgar Morin ha reflexionado respecto al problema de la Felicidad, vinculándolo con la poesía: “Para mí el problema de la felicidad está subordinado a lo que llamo “el problema de la poesía de la vida”… la poesía, lo que nos hace florecer, lo que nos hace amar, comunicar. Yo digo que el verdadero problema no es la felicidad… No se  puede soñar con una felicidad continua para la humanidad. Es imposible porque la felicidad depende de una suma de condiciones. Por otro lado, se puede tratar de favorecer todo lo que permita a cada uno vivir poéticamente su vida y, si usted vive poéticamente, usted encuentra momentos de felicidad, momentos de éxtasis, de alegría” (Morin, E. “Si vives poéticamente encontraras la felicidad”. Portal Raíces, revista cultural. 2016). En fin, la poesía, la entrañable poesía, enigmática, cargada de luz, y así también de obscuridades y tinieblas. Como la vida, como la muerte.

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