HUELE A CORRUPCIÓN EN URUAPAN
“De piel sensible, pocas veces aceptan la crítica”.
Por: Gabino González Quintana
El quehacer en el ejercicio de Gobierno, no es para satisfacer necesidades particulares de nadie a quien se le haya encomendado tal tarea. El ejercicio como funcionario público, mayormente si es de elección popular, implica actuar por encima de los intereses personales, políticos o económicos, de grupo, de tribu o de algún partido, cualquiera que sea.
Aquel que presuma ser “servidor público”, debe operar libre y fielmente en atención a las necesidades que diariamente la sociedad le manifiesta, en apego a la solución de problemas que tienen que ver con servicios públicos diversos; falta de atención en rubros prioritarios como la seguridad pública, la educación y la salud, por ejemplo.
El servidor público que emane del voto popular, tiene la obligación de actuar con esmero y con absoluta transparencia en el manejo de los recursos públicos que le son confiados para su administración, no para su disposición libre y arbitraría en perjuicio de aquellos a quienes tiene la obligación de rendirles cuentas claras y objetivas.
La sociedad paga impuestos, paga derechos y cumple con las obligaciones que le corresponden; el gobernante, por lo menos, tiene la obligación de hacer un buen manejo de ese dinero, pensando en el beneficio común y no en el beneficio de los que lo rodean o de los que integran su tribu, como sucede actualmente en Uruapan.
HOY DÍA, aquellos que ostentan el poder público en el municipio, más allá de realizar obras de beneficio común y en zonas de más alta marginación, prefieren el lucimiento y la realización de obras en las calles del centro de la ciudad: lo peor es que esas obras se hacen frente a sus propiedades, generando con ello un CONFLICTO DE INTERESES que raya en la CORRUPCIÓN
La “LEY DE RESPONSABILIDADES Y REGISTRO PATRIMONIAL DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS DEL ESTADO DE MICHOACÁN Y SUS MUNICIPIOS, ÚLTIMA REFORMA PUBLICADA EN EL PERIÓDICO OFICIAL DEL ESTADO, EL 30 DE SEPTIEMBRE DE 2015, TOMO: CLXIII, NÚMERO: 5, DÉCIMA SECCIÓN. Ley publicada en la Sexta Sección del Periódico Oficial del Estado de Michoacán de Ocampo, el martes 14 de octubre de 2014”, está siendo violada por varios funcionarios de la presidencia municipal de Uruapan.
Es necesario ver, además, el apartado que se refiere el tema de las “Responsabilidades”, el cual se encuentra en el “CAPÍTULO II; Artículo 8. Obligaciones de los servidores públicos. Los servidores públicos, además de las obligaciones específicas que correspondan a su cargo, empleo o comisión, para salvaguardar los principios de legalidad, honradez, transparencia, lealtad, imparcialidad y eficiencia, tendrán las siguientes obligaciones”; acudir a las fracciones:
XXI. “Abstenerse, durante el ejercicio de sus funciones, de solicitar, aceptar o recibir, por sí o por interpósita persona, bienes mediante enajenaciones a su favor en precio notoriamente inferior al que el bien de que se trate tenga en el mercado ordinario, o cualquier donación, empleo, cargo o comisión…”; en pocas palabras, quiere decir que no está permitido recibir “moches”.
XXXIV. “Abstenerse de aprovechar la posición que su empleo, cargo o comisión le confiere para inducir a que otro servidor público efectúe, retrase u omita realizar algún acto de su competencia, que le reporte cualquier beneficio, provecho o ventaja para sí…”;
- “Abstenerse de adquirir para sí o para las personas a que se refiere la fracción XIX, bienes inmuebles que pudieren incrementar su valor o, en general, que mejoren sus condiciones, como resultado de la realización de obras o inversiones públicas o privadas, que haya autorizado o tenido conocimiento con motivo de su empleo, cargo o comisión…” es decir que las obras que se realizan en la calle Cupatitzio, a las afueras de la propiedad de un funcionario municipal, son ilegales y ello podría traer consecuencias para los actores del más alto nivel en Uruapan.
A la calle Cupatitzio, curiosamente, le están haciendo reparaciones en sus dos primeras cuadras; esta avenida de alta circulación vehicular no ve mejoras en la parte más dañada, por el contrario, se le hacen “arreglos” frente a propiedades de familiares directos de cierto “servidor público”, que se siente presidenciable.
Frente a ello, surge la duda, ¿por qué no se arreglaron otras calles en colonias de la zona oriente y/o los hundimientos que hay en diversas vialidades de la ciudad, como en la calle Colima, en la colonia Ramón Farías, la calle Isaac Arriaga, del fraccionamiento Hurtado, o la calle Insurgentes, de la colonia Guadalupe Victoria, entre otras? ¿Por qué se hacen obras ahí donde no era necesario, y donde se encuentra un negocio de la familia Manzo?
Esos actos, ¿los habrá visto y tendrá registro de ellos el C.P. Felipe Flores Medina, actual Contralor Municipal? En sus días como candidato, el actual presidente municipal de Uruapan se ufanaba al decir que “no habría más corrupción en Uruapan: ¿y entonces, qué pasó? ¿Dónde quedó su ofrecimiento de campaña?