31 marzo, 2018

TOQUES Y RETOQUES Al alimón: Marzo 2018

(¡Nuevo!; Marzo 30, 2018)

¡BENDITO INSOMNIO!.- Se dice que Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno, el autor de El llano en llamas, de Pedro Páramo y El Gallo de oro (tres obras monumentales de la moderna narrativa mexicana), sufría un padecimiento muy recurrente: con mucha frecuencia le daba insomnio, y en esas horas “en blanco” de la madrugada es cuando aprovechaba para escribir, reescribir, corregir y afinar los textos y obras literarias que lo hicieron grande entre los grandes. Se especula que tal vez fue ese padecimiento -quizás, quizás- lo que le impidió agregar otros títulos fundamentales a su genial obra.

PLAZAS LLENAS PARA LÓPEZ.- Las plazas llenas del neocardenismo de 1988 y el año 2000, y las plazas llenas de López en 2006 y 2012, no fueron suficientes para llevar la “bilis negra” y el “rencor amarillo” de la izquierda mexicana a la presidencia de la República. ¿Lo serán en 2018? Diría una paráfrasis al filósofo de Güemez: Nada está escrito, hasta que se escribe. Digo, ¿o no?

FRENTE A LA DELINCUENCIA SE OCUPA UN “FEO IRRESISTIBLE”.- Así como están las cosas a la altura del hombre de la calle, en Michoacán, donde el robo a casas-habitación tiene a la entidad en el décimo sexto lugar a escala nacional, el 80% de los homicidios se cometen con arma de fuego, cinco de los cárteles que operan en el país tienen presencia destacada en el estado y la nuestra se halla entre las diez entidades más violentas de la República, se ocupa un “feo irresistible” que ponga orden en el Broodwey vallisoletano: Es decir, un Charles Bronson como aquel del filme “El vengador anónimo” de Nueva York, capaz de limpiar de crápulas, escoria, delincuencia organizada y demás carroña social los espacios públicos del estado. Pero ojo: no se ocupa cualquier “feo”, sino uno que sea de veras “irresistible”: Un Charles Bronson que sea un auténtico “talibán” criollo frente a la delincuencia.

CÓMO ACABAR DE UNA VEZ POR TODAS CON LA CULTURA.- Una de las tontologías más recientes expresada por el empresario Alfonso Romo, el seguidor VIP de Andrés López, fue comparar a un dirigente sindical de la calaña de José Napoleón Gómez Urrutia (cuyos saqueos impunes al sindicato minero le han permitido vivir cinco años en Canadá) ni más ni menos que con Nelson Mandela, prócer y símbolo de la restauración de la democracia en Sudáfrica. Se trata de una comparación “jalada de los cabellos”, como dice Juan Pueblo. Pero lo peor no es eso: Lo peor es que este señor -si llega a ganar López- podría ser el nuevo Secretario de Cultura de un gabinete de “mafufos”. ¡Cuidado, cuidado con las mafufadas de la “mafufocracia” en ciernes!

MAFUFOS DE LA “SUPREMACÍA BLANCA”.- Y hablando de otros mafufos y otras mafufadas, hace días Donald Trump despidió a Max Tillerson como Secretario de Estado de su gobierno, sencillamente porque este no quiso retractarse de la expresión: “¡El presidente es un imbécil!”, que había hecho pública unas semanas atrás, después de que Trump no aceptó la propuesta de Tillerson de formalizar una estrategia de “negociación directa” con el “Ñoño”, perdón, con el presidente de Corea del Norte. Tillerson es uno más de una larga lista de funcionarios de primer orden que han abandonado el “barco” y el proyecto de Mr. Trump, tras comprobar su ignorancia, su falta de tacto y visión, su necedad y megalomanía en temas de geopolítica, diplomacia y asuntos internacionales. A México, ¡claro que le vendría muy bien verse en el espejo del vecino del norte, y ponerse el guarache antes de espinarse!, por una sencilla razón: mejor que lidiar con dos locos -uno allá y otro aquí- es lidiar con uno sólo a la distancia, ¿no cree usted?

PARA DOCUMENTAR LA MAGIA DE LA RISA.- Llega un turista güero a las benditas tierras de Santiago Tangamandapio, allá en Michoacán, y le pregunta al primer lugareño que encuentra: -Oiga, ¿hay aquí Kentucky? El lugareño, con esa voz homófona que caracteriza el decir michoacano, contesta: -¡Claro que sí oiga… aquí hay Kentucky, Kenbaily y Kenkanty!

CUANDO LA IMBECILIDAD HACE MODA.- Como pocas veces en la historia del hombre, la imbecilidad ha tomado por asalto el proceso histórico y las cosas del mundo. Y si la imbecilidad en muchos de los procederes humanos es una de las características centrales de nuestro tiempo, ahí están varios personajes de Estado, algunos académicos, muchos políticos y uno que otro candidato presidencial para probarlo. André Bretón se había quejado, con razón, del “cretinismo artístico” que regía algunos de los comportamientos culturales de su generación, y no sólo de ella. Por eso nosotros decimos que el político de hoy no es ya un “animal político”, sino algo menos que eso, porque con trabajos puede llegar a lo primero. Y si alguno de ellos no está de acuerdo, ¡peor para él! Digo, digo.

ALCAHUETE, ALCAHUETEAR, ALCAHUETERÍA.- En este mexicanismo del habla popular de nuestro país caben muchos que han hecho del arte de alcahuetear un oficio: los diputados locales que frenaron el “Dictamen de Procedencia” por el que se instauraría Juicio Político contra el titular de la Auditoría Superior de Michoacán (ASM), José Luis López Salgado; éste mismo, en su carácter de titular de un área a la que el pueblo-pueblo llama, con festiva sorna, Alcahuetería Superior de Michoacán (ASM) y, desde luego, todos aquellos que en 15 años de poder político se han negado a denunciar y a investigar los graves y escandalosos desfalcos al erario público de la entidad, por aquello de que (¡qué qué!) se les fuese a acabar la oportunidad de seguir “ruñendo” el hueso del servicio público. ¡Vaya pues!

IMBECILIDAD A SECAS.- Escribió alguien en estos días álgidos: “El convencimiento de QUE LA IMBECILIDAD REINA SOBRE LA TIERRA nos concede hablar con el nivel mínimo de persuasión”.

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