2 julio, 2018

México en riesgo: Héctor Ceballos Garibay

México en riesgo

Por Héctor Ceballos Garibay

Hoy la atención se focaliza en estas elecciones que serán un parteaguas en nuestra historia. Es mucho lo que está en juego, y en un contexto internacional muy adverso: proliferación del racismo, el nativismo, el chovinismo, las políticas proteccionistas, el ascenso del nazi-fascismo y otras intolerancias y prejuicios que pululan por doquier (Estados Unidos, Europa Central, Italia, Turquía, Rusia etc.). En los países musulmanes fracasó la Primavera Árabe (salvo en Túnez) y nuevamente están tutelados por gobiernos autocráticos y con tendencias hacia el fundamentalismo. El Estado Islámico, aunque expulsado de sus bases territoriales en Siria e Irak, no ha sido destruido y pronto ganará fuerza ante el aumento del resentimiento antioccidental que provoca la política antiinmigrante de Trump y su apoyo al gobierno derechista de Israel. El fracasado “socialismo bolivariano” en Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Bolivia; los procesos judiciales en contra de Lula y Cristina Kircher por casos de corrupción; y el añejo despotismo de los partidos comunistas en China, Vietnam, Corea del Norte, Cuba., todo ello revela no sólo la fragilidad actual del régimen democrático, sino la poderosa tendencia de los pueblos a buscar salidas a su situación socioeconómica a través del paternalismo autoritario y a forjarse ilusiones de que un líder mesiánico y redentor liquidará todos los males y eliminará los supuestos peligros a su identidad nacional. Y la suma de autoritarismo político e intolerancia vuelven al mundo más proclive a los conflictos bélicos y la violencia de todo tipo. En el plano económico, las cosas no pintan mejor: el proteccionismo enarbolado por Trump probablemente desembocará en una nosiva guerra comercial con China, Europa, etc., lo cual llevará al planeta hacia una próxima recesión.


El contexto nacional no resulta, asimismo, nada halagüeño. El gobierno actual dejará un endeudamiento público enorme (lo mismo sucede con numerosas compañías privadas atosigadas con pagos en dólares). Varios estados y universidades del país están prácticamente en quiebra económica. El poder y la violencia de las narco-mafias seguirán creciendo, con amnistía o sin ella. El asunto gravísimo que conllevan las pensiones que aumentan día con día, más el incremento de las enfermedades que atiende el sector salud (obesidad, diabetes, hipertensión…) son una bomba de tiempo. Para colmo, si se cancelara el TLC, aumentará la devaluación del peso y se disparará aún más la inflación. Ningún candidato, por desgracia, planteó la urgencia de una reforma fiscal profunda y progresiva. De dónde obtendrá el próximo gobierno el dinero que requiere para cumplir sus demagógicas promesas electorales: becas, programas sociales, inversiones en infraestructura, gastos en educación. ¿Bastaría con erradicar la corrupción y bajar los altos sueldos de los funcionarios? ¡Pamplinas! Dado este panorama desfavorable en el plano internacional y nacional, los organismos especializados pronostican un decrecimiento de la economía para 2019. Así las cosas, y en un país políticamente polarizado y agraviado por los malos gobiernos y la corrupción generalizada, resulta muy preocupante la fatal desilusión que sufrirán aquellos que hoy suponen que México mejorará de manera sustancial a partir del primero de diciembre. La frustración, sumada a los lastres y las lacras que ya padecemos, se convertirá en caldo de cultivo para probables cataclismos sociales. Ojalá me equivoque.

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